Auditoría financiera: Una garantía de transparencia para los usuarios de información financiera

Las empresas se crean para generar riqueza, principalmente dividendos a sus accionistas; es por ello que mantener en éstas una adecuada gestión de su situación financiera y del rendimiento de sus operaciones es de suma importancia, tanto para accionistas y terceros (clientes, proveedores, entidades financieras, inversionistas, entre otros); en definitiva, para todos aquellos que puedan verse afectados por la buena o mala situación económica de las empresas.

Ante ello, por más que la gestión financiera sea adecuada, es apropiado que una persona externa, imparcial y sin intereses dentro de la empresa realice una revisión de los estados financieros de la misma.

El objetivo de una auditoría de estados financieros es obtener una certeza razonable que los estados financieros en su conjunto, con un alto nivel de seguridad y suficiente evidencia para reducir el riesgo de auditoría, están libres de errores materiales, ya sea por fraude o error, que le permita al auditor expresar una opinión sobre si los estados financieros están preparados, en todos sus aspectos significativos, de acuerdo con el marco de información financiera aplicable, que en nuestro país usualmente se basan en las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF) aprobadas por el International Accounting Standards Board (IASB).

Además, es común que los equipos de auditoría incorporen a profesionales especialistas en materia tributaria y de tecnologías de la información, así como otros expertos dependiendo del grado de complejidad e importancia de las estimaciones contables, lo cual otorga la posibilidad de identificar oportunamente deficiencias en relación con el cumplimiento de la normativa tributaria y la operatividad de los sistemas, entre otros.

En consecuencia, una auditoría brindará primordialmente los siguientes beneficios a una empresa:

  • Información financiera con las revelaciones suficientes para una adecuada toma de decisiones de sus usuarios.
  • La posibilidad que las instituciones financieras puedan evaluar de mejor manera su calificación crediticia.
  • Mayor confiabilidad de los directivos, inversores y la administración tributaria.
  • Mejora de los procesos operativos y del plan de negocios.

En resumen, las empresas tienen la opción u obligación de utilizar la auditoría financiera como una herramienta ideal para verificar la razonabilidad con respecto a la situación financiera y los resultados de las operaciones, lo que genera una mayor confiabilidad de sus usuarios, por lo que cumple la función necesaria de garantizar una mayor transparencia, lo que contribuye a mejorar la imagen de la empresa y su reputación corporativa.