Certificación de Trazabilidad: un diferenciador clave en agroindustria

 

La trazabilidad (la capacidad de rastrear los productos alimenticios desde la explotación agrícola hasta el consumidor) ya no es una ventaja competitiva, sino una necesidad regulatoria. La certificación verifica que el sistema de trazabilidad de una empresa cumple con los estándares globales, garantizando el cumplimiento normativo, la seguridad y la transparencia. Para la agroindustria, esto significa salvaguardar la salud pública, proteger el medio ambiente y asegurar el acceso al mercado.

Sin trazabilidad certificada, las empresas se arriesgan a:
  • Costosas retiradas de productos del mercado y multas: El incumplimiento puede resultar en pérdidas millonarias.
  • Exclusión del mercado: Los productos que no cumplen con las normas pueden ser excluidos de mercados clave como EE. UU. y la UE.
  • Daño a la reputación: Los consumidores y socios pierden la confianza en las marcas que no pueden verificar la seguridad o sostenibilidad de los productos.

La certificación de trazabilidad mitiga estos riesgos, a la vez que genera oportunidades de eficiencia, innovación y fidelización del consumidor.

La Norma Final de Trazabilidad de Alimentos de la FSMA, que implementa la Sección 204(d), es un pilar de la política de inocuidad alimentaria de EE. UU. A partir del 20 de enero de 2023, y con cumplimiento total requerido para el 20 de julio de 2028, la norma se centra en los alimentos de alto riesgo incluidos en la Lista de Trazabilidad de Alimentos (FTL), incluyendo verduras de hoja verde, frutas frescas, hortalizas y mariscos.

El incumplimiento de los requisitos de la FSMA 204(d) puede conllevar:
  • Multas e incautaciones: La FDA puede imponer sanciones o detener los envíos que no cumplan con los requisitos.
  • Retrasos en el retiro: En 2023, el rastreo de un brote de salmonela relacionado con melones tardó semanas, lo que costó millones a los productores.
  • Responsabilidad legal: Las empresas podrían enfrentar demandas si los productos contaminados perjudican a los consumidores.

Una certificación de trazabilidad garantiza:
  • Preparación para el cumplimiento: Los sistemas certificados se alinean con los estándares KDE y CTE, lo que simplifica las auditorías.
  • Respuesta rápida: El seguimiento automatizado permite la entrega de datos las 24 horas, crucial durante los brotes.
  • Ahorro de costos: La certificación proactiva evita gastos y sanciones por retiros.

Por otro lado, el Reglamento (UE) 2023/1115 de la UE, que forma parte del Reglamento sobre la Deforestación de la UE (EUDR), entró en vigor en junio de 2023 y su cumplimiento es obligatorio antes del 30 de diciembre de 2025. Su objetivo es garantizar que estos productos no estén vinculados a la deforestación después del 31 de diciembre de 2020.

Los requisitos clave del Reglamento UE 2023/1115 son:
  • Diligencia debida: Las empresas deben verificar y documentar el origen de los productos para confirmar que no han sido abastecimientos deforestados.
  • Registros de Trazabilidad: Los sistemas deben incluir datos de geolocalización de las parcelas agrícolas, vinculando los productos con su origen.
  • Transparencia: Se requieren informes públicos anuales para demostrar el cumplimiento.

El incumplimiento del EUDR puede resultar en:
  • Prohibiciones de comercialización: Los productos que no cumplan con la normativa serán excluidos de la UE, un mercado de 1,5 billones de dólares para productos agrícolas.
  • Multas: Las sanciones pueden alcanzar hasta el 4% de la facturación anual de una empresa en la UE.
  • Cuellos de botella en la cadena de suministro: Los proveedores no verificados pueden interrumpir las operaciones.

La Certificación de trazabilidad según el EUDR es necesaria para:
  • Garantizar el cumplimiento: Los sistemas certificados proporcionan datos auditables de geolocalización y origen.
  • Generar confianza: La certificación demuestra el compromiso con la sostenibilidad, lo que resulta atractivo para los consumidores de la UE.
  • Simplificar la elaboración de informes: Los sistemas automatizados simplifican los requisitos de informes anuales.

Las empresas deben mapear sus cadenas de suministro, adoptar certificaciones

Cuáles son las exigencias coincidentes de la FSMA 204(d) y la UE 2023/1115
Ambas regulaciones enfatizan la trazabilidad, pero se centran en diferentes prioridades: la FSMA 204(d) se centra en la seguridad alimentaria y la UE 2023/1115 en la sostenibilidad. Una certificación unificada de trazabilidad puede abordar ambas mediante:
  • Centralización de datos: Los registros compartidos de códigos de lote, orígenes y geolocalización reducen la duplicación.
  • Aprovechamiento de la tecnología: Herramientas como el IoT, los códigos QR o la Blockchain cumplen con los requisitos de velocidad de la FSMA y las necesidades de precisión del EUDR.
  • Maximización del retorno de la inversión: Un sistema único reduce los costos de implementación para las empresas que se dirigen a ambos mercados.

Por ejemplo, un sistema de trazabilidad certificado podría rastrear un envío de aguacates desde México a EE. UU. y la UE, garantizando datos de seguridad que cumplen con la FSMA y un abastecimiento libre de deforestación que cumple con el EUDR en una sola plataforma.

Las dos regulaciones no solo nos piden hacer trazabilidad en nuestros procesos productivos sino que nos piden sincronizar e integrar a toda la cadena logística desde el origen hasta el consumidor final, sin duda un enorme reto porque no siempre sabemos quiénes son todos los actores de mi particular cadena de suministro pero sin embargo somos afectados por sus acciones.

Más allá del cumplimiento normativo, la certificación ofrece:
  • Confianza del consumidor: Una encuesta de 2023 reveló que el 68 % de los consumidores prefiere marcas con cadenas de suministro transparentes, lo que impulsa las ventas.
  • Eficiencia operativa: Los sistemas certificados reducen el desperdicio y mejoran la gestión del inventario.
  • Competitividad global: La certificación se alinea con normas como la ISO 22005, lo que mejora las oportunidades comerciales.
Hay mucho en juego. En 2018, un brote de E. coli en lechuga romana costó a la industria estadounidense 150 millones de dólares debido a la mala trazabilidad. De igual manera, los importadores de café de la UE corren el riesgo de perder el 30 % de su suministro para 2024 si los proveedores no superan las comprobaciones del EUDR. La certificación de trazabilidad no es solo un requisito reglamentario, sino una protección contra estos riesgos.

Acciones y conclusiones
La agroindustria no puede permitirse demoras. Para evitar problemas con la FSMA 204(d) y la UE 2023/1115:
  • Auditar los sistemas actuales: Evaluar las deficiencias de trazabilidad ahora, centrándose en la recopilación de datos y la coordinación con los proveedores.
  • Invertir en certificación: Colaborar con proveedores que ofrezcan soluciones que cumplan con la FSMA y el EUDR, como plataformas blockchain o en la nube.
  • Capacitar a los equipos: Dotar al personal de las habilidades necesarias para gestionar la trazabilidad, garantizando el cumplimiento en todos los departamentos.
  • Involucrar a los proveedores: Colaborar con los socios de la cadena de suministro para alinearse con los estándares y evitar interrupciones.
  • Actuar con antelación: Iniciar la implementación en 2025 para cumplir con el plazo de 2025 del EUDR y prepararse para la entrada en vigor de la FSMA en 2028.

La certificación de trazabilidad es un factor crucial para la agroindustria, ya que garantiza el cumplimiento de la Sección 204(d) de la FSMA y el Reglamento UE 2023/1115, a la vez que impulsa la seguridad, la sostenibilidad y la rentabilidad. Los riesgos de inacción (multas, exclusión del mercado y daño a la reputación) son demasiado graves como para ignorarlos. Al actuar ahora para adoptar sistemas de trazabilidad certificados, las agroempresas pueden proteger sus operaciones, cumplir con los estándares globales y prosperar en un mundo regulado. Es hora de actuar.


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